El huracán Pablo se forma al oeste de Galicia
Primer huracán que se forma tan al norte y tan tarde en la temporada
Este domingo se formaba en el Atlántico norte el huracán Pablo, un pequeño huracán categoría 1, con viento sostenido de 120 km/h. Para algunos puede parecer uno más de la temporada que oficialmente finaliza en el Atlántico este próximo 30 de noviembre.
Pablo es ya el huracán más intenso que se ha formado tan al norte en el Atlántico, y tan tarde en la temporada, desde el inicio de registros en 1894.
La formación de Pablo llama la atención, sobre todo, porque se ha gestado sobre aguas que no están tan cálidas como las que habitualmente rodean la formación de un huracán.
Aunque la temperatura de la superficie del océano en la región donde se ha formado Pablo está 1oC por encima de la media habitual, el agua, como suele ocurrir tan al norte y a finales de octubre, está bastante fría.
Los huracanes suelen formarse en regiones donde la temperatura del mar esta en torno a 26o C, pero en este caso el agua no llegaba a los 18o C.
Pablo se ha formado en una atmósfera muy inestable. Por una parte debido al aire excepcionalmente frío que ha habido en niveles más altos de la atmósfera sobre su zona de desarrollo este fin de semana.
Por otra, está la amplificación de las corrientes ascendentes en su entorno, sumado a una reducida cizalladura de viento en altura. Estas condiciones han favorecido la formación de grandes nubes de tormenta, que una vez en rotación han ayudado a organizar el huracán, con un diminuto ojo en el centro de entre 9 y 12 kilómetros de diámetro.
El año pasado en octubre, también vivimos de cerca el paso del huracán Leslie. En esa ocasión se acercó a la costa de Portugal como categoría 1. A diferencia de Pablo, Leslie se formó en las cálidas aguas tropicales del Atlántico mucho más cerca del ecuador.
Pablo, rompiendo todos los esquemas, se ha formado en una zona del Atlántico donde no se suelen formar huracanes. Si hacemos marcha atrás en el registro, quizá el más similar en formación, también gestado bastante más al norte de lo habitual, fue Vince en 2005. Pero Pablo se ha formado al oeste de Galicia, mientras que Vince, lo hizo bastante más al sur, muy cerca de Madeira.
Aunque Pablo no se ha visto favorecido por un océano mucho más cálido de lo habitual para su formación, está claro que los ingredientes atmosféricos que le han ayudado a desarrollarse e intensificarse llaman la atención.
A medida que vamos midiendo un mayor número de anomalías climáticas en nuestra atmósfera y océanos, no debería extrañarnos encontrarnos con huracanes como Pablo y otros fenómenos meteorológicos extremos que no encajan en el guión habitual de nuestro clima.
Fuente: eltiempo.es